IV.  LA SEXUALIDAD Y EL VERDADERO TANTRA

        El Tantra rojo o el tantrismo se ha divulgado en occidente, a lo mejor con buenas intenciones, pero con resultados desastrosos. Cuando se oye hoy hablar del Tantra se asocia rápidamente con prácticas sexuales ritualistas de la India, como del tipo Kamasutra. Para dar una información correcta, debemos aclarar que Shiva fue el fundador del Tantra hace 7.000 años, y transmitió las prácticas y la filosofía en forma oral de maestro a discípulo. Sistema que continuó durante siglos, lo que llevó a transformaciones inevitables. Es por eso que algunos tántricos decidieron codificar las enseñanzas de Shiva en símbolos ocultos. Maithuna es una de las palabras sánskritas que significa unión de la energía y de la consciencia (estado de yoga) fue simbolizado con la unión de Shiva (Consciencia) y Shakti (Energía), pudiéndose ver en algunos templos hinduistas con varias figuras aparentemente eróticas.

         Esto fue interpretado erróneamente por algunas corrientes que crearon así escuelas de un Tantra degenerado, denominado tantrismo o Tantra del sexo donde se enseña que la unión sexual, siguiendo ciertos rituales externos, lleva al despertar de la kundalini. Pero la verdadera ciencia del Tantra enseña que estos maestros en verdad son charlatanes. Por cierto estas prácticas, en la que se hace uso del alcohol y las drogas, les hace experimentar emociones fuertes, pero están muy lejos de despertar a la kundalini, la cual es imposible con una actividad mundana y sin el poder espiritual de un Guru iluminado. Sin un verdadero maestro tántrico, el Mantra y la meditación son vanos con respecto al conocimiento espiritual. La idea de una experiencia transmental a través de prácticas externas es ridícula para un místico. La vivencia psico-espiritual o espiritual sólo llega con la ideación o contemplación, prolongada sobre la idea del Supremo. Sólo esto puede definirse como un tipo de sexualidad psico-espiritual en donde no existe ninguna actividad motora. Por sexo espiritual se entiende la unión no dualista entre el yo y Dios, o yoga en sánscrito.

        Shrii Shrii Anandamurti ha dicho en su libro de Tratamientos Yóguicos, que las personas no deberían manchar su vida sexual con una excesiva indulgencia. Todos deberían recordar que el shukra, es el elemento final del cuerpo, y que si éste falta disminuyen todas las facultades.